¿Estás planeando tu viaje a Europa y querés saber todo para moverte en tren? ¡Seguí leyendo esta guía completa de cómo viajar en tren por Europa que va a responder todas tus dudas!
Una de las partes más deseadas de conocer Europa es, sin dudas, la posibilidad de viajar en tren.
Viniendo de un país donde el tren no es un medio de transporte típico, viajar en tren por Europa nos resultaba mágico, aventurero y hasta un poco misterioso.
No pasó mucho desde que llegamos para enamorarnos del tren: desde el primer viaje que nos llevó del Aeropuerto de Fiumicino al centro de Roma, ya estábamos enganchados.
Durante nuestro tiempo en Europa, el tren se convirtió en nuestro transporte predilecto, ya fuera para pequeñas escapadas de fin de semana como para viajes más largos.
Es por eso que creemos fervientemente que el tren es, lejos, la mejor forma de recorrer Europa.
Si estás planeando tu viaje y no tenés idea de cómo funcionan, cómo sacar los boletos, cómo reservar y encontrar tu asiento, ¡estamos acá para ayudarte!
En esta guía completa de cómo viajar en tren por Europa te contamos todo lo que tenés que saber para hacer tu próximo viaje por las vías de Europa.
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Cómo viajar en tren por Europa: las ventajas
Arranquemos por enumerar todas las razones por las que te recomendamos viajar en tren por Europa.
Vamos a sonar un poco fundamentalistas, ¡pero es que nos gusta mucho!
1. Llegás al centro de la ciudad
A diferencia de los aviones, con el tren siempre llegás al centro de la ciudad.
Esto te evita gastos extras de traslado (que no suelen ser bajos) y te ahorra también tiempo ya que podés llegar mucho más rápido a tu hospedaje.
2. Te evitás el check-in y los controles de seguridad
Con contadas excepciones (el Eurostar de Londres a París y los trenes AVE son los que se nos vienen a la mente) no vas a tener que hacer un chequeo de seguridad para tomarte el tren.
Esto significa que no necesitás estar 3 horas antes de tu viaje (1 hora y media para vuelos dómesticos) como en el caso de los aviones (algo que nos resulta muy molesto).
3. No hay (prácticamente) límite de equipaje
Mientras que con las aerolíneas low-cost es necesario pagar por cada pieza extra (¡y cada vez más!), con el tren podés llevar casi todo el equipaje que quieras.
Según la normativa, podés llevar hasta 3 valijas que no deben superar los 85 centímetros, aunque nadie lo chequea (¡pero tenés que asegurarte poder cargarlo!)
Además hay espacios designados en los vagones para llevar tus valijas y mochilas de manera cómoda y segura.
4. Podés llevar comida
Si bien esto también es posible en los aviones, las restricciones de los últimos años prohiben cosas como líquidos después del chequeo de seguridad, por lo que estás obligado a comprar una botella de agua a un sobreprecio impresionante en un free-shop (¡ouch!).
En el tren no hay restricciones de este tipo: armate el picnic que quieras y llevalo en tu viaje. Generalmente hay mesas para compartir con tu acompañante y disfrutar del paisaje mientras comés.
¿Nuestro snack de tren predilecto? ¡Unos mates con galletitas, por supuesto!
5. Podés llegar a casi todos lados
La extensa red ferroviaria de Europa (consecuencia de las necesidades de transporte de ambas guerras mundiales) hace que casi todo el continente esté conectado por sus vías.
De esta forma, prácticamente no hay destino que se quede fuera del tren, ¡ni siquiera los pueblos pequeños!
6. Hay una excelente frecuencia
Olvidate de estar horas varado en la estación para hacer tu trayecto: la mayoría de los destinos de Europa están conectados en frecuencias muy cercanas, ¡por lo que nunca vas a tener que esperar demasiado!
7. Podés viajar y dormir
Si bien lo que más nos gusta de viajar en tren por Europa es poder ir mirando los paisajes, también hemos hecho uso de sus conexiones nocturnas algunas veces.
Esto es ideal para rutas largas cuando no tengas demasiados días. Si bien las tarifas son un poco más altas, ¡pensá que también te estás ahorrando una noche de hospedaje!
Los trenes nocturnos de Europa son además súper cómodos: si reservás un camarote vas a tener tu propia cama ¡y a veces hasta un baño propio y desayuno por la mañana!
8. Podés disfrutar de las vistas
Es cierto que ver una ciudad desde el cielo es algo maravilloso, ¿pero recorrer un país por sus vías y ver pasar pueblitos y paisajes por la ventana? Creemos que no tiene comparación.
Como súper fanáticos de «Antes del amanecer», creemos que hay algo tremendamente mágico y romántico en viajar en tren mirando la vida transitar a un lado…
9. Es cómodo, tranquilo y confiable
Una combinación infalible, si nos preguntan.
Viajar en tren por Europa no se compara a los pequeños asientos abarrotados de las low-cost, donde vas a estar luchando por ponerte un auricular o reclinar mínimamente tu asiento.
No hay prácticamente interrupciones en el viaje, más que algún otro anuncio de destino, por lo que podés ir de lo más relajado escuchando música, leyendo o escribiendo.
¿Hay alguna persona o niño molestándote? Simplemente movete de asiento (siempre y cuando no sea una ruta con reserva) o camina libremente por el tren.
Nada de andar esquivando gente para tener que ir al baño (que suele ser mucho más cómodo y amplio que el del avión).
Si viajás en grupo, además, hay muchos trayectos con mesas y asientos enfrentados para ir charlando.
Por último, el tren es un servicio confiable, que suele estar siempre a tiempo y tiene pocas interrupciones. Según cifras oficiales, el 90% de los trenes europeos salen a tiempo, ¡a diferencia de solo el 65% de las aerolíneas!
10. Las estaciones son hermosas
Última razón (por ahora, porque podríamos seguir tranquilamente) y algo (bastante) personal.
¿Pero hay algo más lindo arquitectónicamente que una estación de tren en Europa? ¡No hay aeropuerto que les llegue a los talones!
Si hay una buena razón por la cual llegar temprano a tomar tu tren ¡es para sacar fotos de estas maravillas de edificios!
¿Nuestras favoritas? La Central de Amberes, Atocha en Madrid y St Pancras en Londres.
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Cómo viajar en tren por Europa: cómo planear tu viaje
Entonces, si ya te convencimos de que el tren es una excelente forma de viajar por Europa, ¡podés empezar a planear tu viaje!
Lo primero que vas a tener que hacer es definir tu ruta. Para hacerlo, te recomendamos leer los siguientes artículos:
Itinerarios para recorrer Europa en 20 días
Itinerarios para recorrer Europa en 30 días
Qué visitar en Europa: las mejores ciudades para tu itinerario
Una vez que hayas decidido tu itinerario, empezá a armar las rutas para ver por dónde ir y cómo unir tus destinos.
Una de nuestras herramientas favoritas para hacer esto es Rome2Rio, ya que tiene una interfaz muy visual con un mapa interactivo que te permite ver claramente tus trayectos.
Cuando decidas tu ruta, es hora de ver qué trenes vas a tener que tomar para hacerla. Acá tenés 2 opciones principales:
1. Viajes dentro de un solo país
Si tu viaje se va a acotar a un solo país de Europa (por ejemplo, solo Italia o España o Bélgica), la alternativa más sencilla es dirigirte a la página oficial de la empresa de trenes principal de cada país.
De esta manera, podés ver los horarios y tarifas de cada uno de los trayectos que pensás hacer y empezar a hacerte una idea de los costos.
Estas son las empresas de trenes de algunos de los países de Europa:
– Trenes de Italia: Trenitalia
– Trenes de España: Renfe
– Trenes de Francia: Oui Sncf
– Trenes de Inglaterra: National Rail
– Trenes de Alemania: Bahn
– Trenes de Bélgica: SNCB
2. Viajes internacionales
Por el contrario, si tu viaje va a incluir varios países de Europa, lo mejor es utilizar un buscador web. Esto es porque, al tener cada país sus propias empresas, no es posible comprar trayectos multidestino desde un solo lugar.
Para esto, creemos que la página perfecta es Omio, nuestro «caballito de batalla» para armar nuestros viajes en tren por Europa.
Este sitio, al igual que Rome2Rio, te permite trazar tus rutas y ver los métodos de transporte hay, pero suele tener mejores precios y es mucho más sencillo para reservar.
Para planear tu viaje con Omio y ver las rutas que querés hacer, simplemente ingresá el punto de salida, llegada y la fecha de tu viaje.
Una vez que hayas ingresado tu trayecto y tu fecha, te van a aparecer las diferentes formas que tenés de conectar esos puntos: bus, tren o avión.
Debajo, vas a encontrar las diferentes opciones de conexiones, incluyendo los operadores, los precios y la duración del viaje. Ya podés así ir haciéndote una idea de qué trenes tenés que tomar.
Bien, una vez que ya tengas tu viaje planificado, es hora de ver cómo hacer para comprar tus boletos de tren: ¿los reservas por adelantado, los comprás en la estación o te comprás un pase Eurail?
El tema de comprar los boletos de tren para viajar por Europa puede parecer al principio algo complicado.
Sin embargo, no tiene por qué ser algo difícil: solo hay que entender algunos puntos clave antes de comprar tus boletos, empezando por los tipos de trenes, sus boletos y la variación de sus precios.
Cómo viajar en tren por Europa: tipos de trenes y tarifas
Para saber si te conviene comprar tu pasaje con anticipación o directamente en la estación, tenemos que empezar por hacer una distinción entre los diferentes tipos de trayectos y tarifas de trenes en Europa.
Como regla general, hay 3 tipos de trayectos y tarifas para viajar en tren por Europa:
A. Trenes suburbanos y regionales: precio fijo, reserva no necesaria
Para empezar, están los trenes suburbanos: estos son los que unen estaciones a menos de 100 kilómetros de distancia entre sí. Es decir, prestan servicios entre el centro de una ciudad, las afueras y las ciudades cercanas.
Estos son los trenes que usan la mayoría de las personas locales que viven en las afueras de una ciudad para ir a trabajar, por ejemplo. También son llamados «trenes de cercanías».
Ejemplos de trenes suburbanos en Europa son: el S-Bahn en Alemania y Austria (por ejemplo, el S-Bahn de Berlín), el Cercanías en España (por ejemplo, el Cercanías de Madrid), el S-Tog en Dinamarca (por ejemplo, el S-Tog de Copenhague) y el RER en Bélgica y Francia (por ejemplo, el RER de París).
Por otro lado, tenemos los trenes regionales. Estos son de un alcance un poco mayor y unen varias ciudades dentro de una misma región.
No tienen el lujo y la comodidad de los trenes de alta velocidad, pero son igualmente muy convenientes y llegan a muchísimos lugares. Son, eso sí, más lentos, y hacen más paradas que los de alta velocidad.
Ambos trenes (suburbanos y regionales) tienen algo en común: suelen ser más baratos y no requieren reserva para subir (a veces ni siquiera está la opción de reservar el asiento).
¿Qué significa esto? Que al comprar tu boleto tenés un viaje asegurado en algún momento: si lo perdés, simplemente podés subir al siguiente, ¡y listo!
Tienen buena frecuencia, por lo que si lo perdés no va a pasar mucho tiempo hasta que puedas tomar otro.
¿Y qué más? Bueno, lo mejor de todo es que tienen precio fijo. Esto quiere decir que no importa cuando compres los pasajes (por anticipado o en la estación): siempre van a salir lo mismo.
Un ejemplo de esto son los trenes regionales en Bélgica: un viaje de Bruselas a Brujas siempre cuesta €14.80, independientemente si lo comprás online o en la estación (solo es más barato si comprás un pase).
Aviso: hay excepciones de trenes regionales que requieren reserva con anticipación, como servicios a aeropuertos y algunos trenes InterCity y EuroCity. Estos son trenes regionales rápidos que hacen menos paradas y operan entre las ciudades más grandes (estos los vamos a tocar en los puntos a continuación).
B. Trenes de larga distancia en Francia, Italia, España, Portugal y Suecia, y trenes internacionales de alta velocidad: precio variable, reserva obligatoria
Todos los trenes de larga distancia en estos países y los de alta velocidad entre países de Europa funcionan como si fueran pasajes de avión: los precios varían y son más baratos si comprás con anticipación y más caros si los compras unos días antes de salir.
Por ejemplo, si buscás un pasaje de París a Berlín con un par de días de anticipación, te va a salir unos €190, mientras que si lo compras con varios meses por adelantado, lo podés pagar unos €40.
Hay, dentro de esto, opciones de tarifas: la tarifa más barata (reducida) suele ser la menos flexible, por lo que hay que tener en cuenta que una vez comprado el boleto no podés hacer cambios. Si comprás la más cara (flexible) podés hacer cambios en caso de que lo necesites.
Cuando comprás tu boleto para estos trenes estás a la vez reservando tu asiento. Esto es obligatorio y necesario ya que estos trenes no son como los regionales: se suelen agotar por lo que es necesario que asegures tu lugar.
Ejemplo de estos trenes son los AVE en España, los trenes TGV y los Thalys.
C. Trenes de larga distancia en el Reino Unido, Alemania, Austria, Dinamarca, Europa Central y Europa del Este: precio variable, reserva opcional
Los trenes de larga distancia de estos países funcionan bajo un sistema «normal» de reserva de trenes.
¿Qué significa esto? Que hay 2 opciones disponibles:
– un boleto precio completo, flexible, disponibilidad completa, sirve para cualquier tren que haga ese trayecto y no se agota.
Esto quiere decir que, pagando un poco (bastante) más, podés tomar cualquier tren de ese trayecto durante ese día, por lo que tenés un lugar asegurado. Podés llegar incluso a la estación y comprarlo directamente ahí.
– un boleto precio reducido, fijo, disponibilidad limitada, sirve solo para el tren que compres y se agota.
Este boleto lo comprás por adelantado y no podés hacer cambios a tus planes: tenés que si o si tomarte ese tren.
Ninguno de los dos boletos viene con asiento reservado, pero sí es aconsejable pagar extra por tener un lugar designado (generalmente cuesta unos €3 o €5 más), especialmente en las rutas más populares y en temporada alta.
Por ejemplo, un tren de Múnich a Viena en precio completo puede salir unos €100, pero si comprás la tarifa reducida podés llegar a conseguirlo por €30 (el precio varía según la disponibilidad) aunque vas a tener que acotarte a un horario y fecha específicos.
CONCLUSIÓN
A excepción de los trenes regionales y suburbanos (A) que no varían de precio ni de disponibilidad, te conviene siempre reservar los trenes con anticipación en lugar de comprarlos directamente en la estación.
Qué tarifa vas a pagar al comprarlos (completa o reducida) va a depender nomás si ya sabés la fecha en que vas a viajar o no:
– Si ya sabés en qué día y horario querés viajar, sacá la tarifa reducida.
– Si todavía no sabés, comprá la tarifa flexible. En este caso, también es posible que te sea más útil usar un pase de tren (más información abajo).
Cómo viajar en tren por Europa: cómo comprar los boletos de tren por Europa
Entonces, en base a estos 3 tipos de trenes y tarifas, cómo comprar los boletos de tren para viajar por Europa va a depender de qué tipo de trayecto necesitás hacer:
A. Trenes suburbanos o regionales: comprar por adelantado o directamente en la estación.
Da lo mismo: los boletos no se agotan y cuestan lo mismo por adelantado que el día del viaje.
Por eso, podés simplemente llegar a la estación en el día de tu viaje y comprarlo ahí (en las máquinas expendedoras o por ventanilla): te va a salir lo mismo de cualquier forma.
Sin embargo, si tu viaje es más largo e implica otras conexiones de larga distancia, probablemente te convenga comprarlo por adelantado junto al resto de los trayectos (abajo te mostramos cómo).
B. Trenes de larga distancia en Francia, Italia, España, Portugal o Suecia, o trenes internacionales de alta velocidad: comprar y reservar asiento con anticipación.
Estos trenes se agotan rápidamente y son mucho más caros cuanto más te acercás a la fecha de tu viaje.
La reserva de asientos acá es obligatoria y te van a pedir hacerla al momento de comprar tu boleto.
Si podés, comprá la tarifa reducida (aunque acordate que no podés hacer cambios después); sino, pagá la flexible.
C. Trenes larga distancia en el Reino Unido, Alemania, Austria, Dinamarca, Europa Central y Europa del Este: comprar y reservar asiento con anticipación
En este caso, si bien no es obligatorio, te conviene comprar con anticipación, y si no necesitás flexibilidad y ya sabés cuándo vas a viajar, comprá la tarifa reducida.
Tené en cuenta que con esto no podés hacer cambios, así que tenés que asegurarte de que vas a tomarte ese tren.
Si todavía no sabés cuándo vas a viajar, comprá la tarifa flexible (o considerá comprar un pase de tren).
La reserva de asientos es opcional, pero te recomendamos hacerla para asegurarte un lugar.
Entonces, supongamos que tu viaje es:
– París-Londres = boleto tipo B: larga distancia alta velocidad internacional; Eurostar
– Londres-Bristol-Londres = boleto tipo C: larga distancia en el Reino Unido; GWR
– Londres-Bruselas = boleto tipo B: larga distancia alta velocidad internacional; Eurostar
– Bruselas-Brujas = boleto tipo A: tren regional local; RER
– Brujas-Ámsterdam = boleto tipo B: larga distancia alta velocidad internacional; Eurostar o Thalys
Lo que te conviene entonces hacer es, si ya sabés las fechas de tu viaje, reservar por internet todos los boletos tipo B y tipo C.
Los B (regionales) también los podés comprar por adelantado, pero acordate que no va a haber diferencia en precio ni disponibilidad si los comprás en la estación.
¿Querés más información para organizar tu viaje a Europa? Visitá acá nuestro artículo sobre cuánto sale un viaje a Europa.
Cómo viajar en tren por Europa: dónde comprar los boletos de tren por Europa
Entonces, si ya sé qué boletos tengo que comprar, ¿dónde los compro?
Las alternativas principales para comprar boletos por adelantado son:
Reservar cada trayecto individualmente a través de la página de cada país
Esto se puede hacer entrando a la web oficial de la empresa de trenes de cada país (las principales son las que mencionamos en el punto 1).
Acordate que para comprar pasajes para un trayecto internacional tenés que comprarlo desde el país de salida. Es decir, si querés ir de Berlín a Bruselas, comprá el pasaje en la web de DB Bahn (Alemania) que es de dónde salís.
Tené en cuenta, sin embargo, que algunos países de Europa del Este no tienen sistemas de reserva online, por lo que en ese caso la única opción es comprar tu pasaje en la estación.
Las ventajas de comprar los boletos en las páginas de cada país es que puede que haya promociones que no aparecen en los buscadores; sin embargo, consideramos que las desventajas son más:
– Interfaz complicada: los sitios web de cada empresa tienen sistemas diferentes, muchas veces difíciles de usar y con varios errores que se vuelven molestos al usarlos, como por ejemplo, que de pronto aparezcan secciones en el idioma original no traducidas.
– Problemas con el pago: lamentablemente, otro de los problemas recurrentes de las páginas web de los trenes de Europa es que son muy caprichosas con las tarjetas extranjeras. Por ejemplo, hasta que no sacamos tarjetas de débito inglesas, no pudimos comprar nunca un pasaje en National Rail con nuestras tarjetas argentinas (y nos ha pasado también con otros sitios).
– Trayectos multidestino: si tu viaje va a ser solo por un país, probablemente sí te convenga comprar los pasajes en la web de ese destino. Sin embargo, si vas a recorrer varios países de Europa tener que comprar los pasajes en 4 o 5 páginas diferentes termina resultando molesto.
Para resolver todo esto, está nuestra opción favorita para comprar boletos de tren por Europa:
Reservar todos los trayectos por un buscador
Los 3 puntos débiles de los sitios web de empresas nacionales se solucionan fácilmente usando un buscador de transporte.
Esto es lo mismo que un buscador de vuelos: vas a ingresar tu trayecto, las fechas estimadas y simplemente empezás a buscar.
Como ya te adelantamos, nuestro buscador predilecto y el que usamos para armar todos nuestros viajes por Europa es Omio.
La interfaz es muy sencilla de usar, es rápida, tiene compatibilidad con muchos medios de pago y te permite reservar trayectos múltiples por diferentes países de forma muy fácil.
Hacé clic acá para visitar el sitio de Omio
INFO PRÁCTICA: ¿Cómo hago para reservar mis boletos de tren para viajar por Europa?
Para comprar los pasajes en Omio, simplemente arrancás ingresando tu punto de salida, el lugar al que querés viajar y tu fecha de viaje:
A continuación, Omio te va a mostrar las opciones de transporte que tenés disponibles para unir tus destinos: tren, avión o bus.
Podés ordenar tus resultados según prefieras la opción más rápida, la más barata o una combinación de ambas (te recomendamos esta última):
Ahora, es cuestión de ver qué opciones hay qué te conviene más: mirá el trayecto, los cambios de tren, el horario en que sale y en el que llega.
Por ejemplo, en un trayecto de Berlín a Múnich tenés opciones directas o con cambio de tren en Nuremberg. Para ver las escalas, simplemente hacé clic en las flechas desplegables para ver los detalles:
Una vez que decidas tu trayecto, hacé clic en «Seleccionar este viaje» y vas a pasar a la siguiente pantalla.
Acá, al tratarse en este caso de un boleto de tren tipo C (larga distancia en Alemania), vas a poder cambiar el tipo de tarifa de la opción reducida (tren con horario fijo) a otra más flexible (una que admite cambios).
Además, tenés la opción de cambiar el tren de segunda a primera clase.
Bien, ¿vale la pena hacer cambiar de segunda a primera? En nuestra experiencia, la segunda clase está más que bien para viajar en tren por Europa, y las pocas veces que hemos subido de categoría ha sido cuando hemos encontrado muy buenos precios. De lo contrario, no creemos que sea necesario.
Por último, también tenés la opción de reservar tu asiento. Como ya dijimos, dado que el monto no suele ser alto, y para asegurarte un asiento, te recomendamos siempre seleccionar esta opción.
Una vez que estés feliz con todas las selecciones, hacé clic en «Continuar». Ahí vas a tener que ingresar tus datos personales y tu dirección de correo electrónico donde querés que te lleguen los boletos.
IMPORTANTE: es importante que los datos de tu boleto de tren coincidan con los de tu pasaporte o documento de viaje, ya que durante el viaje pueden pedirte ambos para cotejar tu identidad.
Finalmente, ingresá los datos de tu tarjeta o tu información de Paypal para pagar, y hacé clic en «Pagar ahora».
Hacé clic acá para visitar el sitio de Omio y empezar a comprar tus boletos
Una vez que compres tu pasaje, los boletos te van a llegar a tu correo electrónico, donde tenés 3 opciones para tenerlos a mano para subir al tren:
– Boleto electrónico o e-ticket: la mayoría de las veces las empresas de tren permiten el uso de boletos electrónicos. Para esto, lo más sencillo es descargar la app de Omio para almacenar los boletos. También podés bajarlos en PDF y guardarlos en tu smartphone para mostrar en el tren. Tené en cuenta que esta opción no está disponible para todos los trenes.
– Imprimirlos en casa: al recibir los boletos en tu mail, podés guardarlos como PDF e imprimirlos en papel para mostrarlos.
– Imprimir en la estación: al recibir tus boletos vas a recibir un código alfanumérico que podés usar en alguna de las máquinas de la estación para imprimir tus boletos ahí. Tené en cuenta que te piden la misma tarjeta que usaste para pagar los boletos para imprimirlos.
Comprar los boletos directamente en la estación
Esta tercera opción solo te la recomendamos para los trayectos en trenes regionales o suburbanos, ya que, como dijimos, estos no varían de precio y siempre tienen disponibilidad.
Realmente no es útil comprar los boletos directamente en la estación para los trayectos de larga distancia y de alta velocidad, ya que en este caso te estás arriesgando a no conseguir lugar o pagar precios altísimos.
Para comprar los trenes regionales o suburbanos en la estación, podés ir directamente a la ventanilla (más lento y con más cola) o comprar en algunas de las máquinas expendedoras (más rápido).
No te asustes: las máquinas son súper sencillas de usar, suelen tener opciones para configurarlas en español y si necesitás ayuda siempre hay personal para asistirte.
Cómo viajar en tren por Europa: cuándo comprar los boletos de tren por Europa
Bien, ahora que sabés que los trenes de larga distancia y alta velocidad conviene comprarlos antes: ¿con cuánta anticipación conviene reservarlos?
Para empezar, los trayectos de la mayoría de los trenes de Europa solo están disponibles para reservar 90 días antes (algunos trenes de Europa del Este son la excepción con 60 días; los trenes DB alemanes y el Eurostar entre Londres y París, 180 días).
¡Por esto no tiene sentido buscar trenes para dentro de 6 meses ya que no vas a encontrar nada!
Tené paciencia y reservá tus pasajes unas 5 o 6 semanas antes: con esto ya es suficiente para encontrar lugar y buenos precios en tarifas reducidas (incluso con menos tiempo también es posible).
Algunos ejemplos de los precios que podés encontrar dependiendo de cuándo reserves los pasajes de tren:
París a Ámsterdam
2 días antes: €120
3 semanas antes: €97
6 semanas antes: €55
Ámsterdam a Bruselas
2 días antes: €48
3 semanas antes: €33
6 semanas antes: €33
Roma a Venecia
2 días antes: €60
3 semanas antes: €45
6 semanas antes: €36
Londres a París
2 días antes: €175
3 semanas antes: €116
6 semanas antes: €77
Cómo viajar en tren por Europa: pases de tren
Bien, vamos a ahora a un tema más dentro de las opciones para viajar en tren por Europa: los pases de tren.
Pases Eurail
Una de las preguntas que más nos llegan es: ¿conviene comprar el pase de tren Eurail para viajar por Europa? Bueno, acá la respuesta va a depender de qué tipo de viaje vayas a hacer.
La ventaja del pase es que es un único «boleto» que te permite usar de manera ilimitada todos los trenes que quieras durante los días que dure el plan que elijas.
Esto básicamente tiene 3 puntos a favor:
– Te da flexibilidad: no necesitás establecer tu itinerario de entrada, ya que con tu pase podés tomar cualquier tren (tené en cuenta que en algunos trayectos sí tenés que reservar asiento previamente). Si no sabés en qué fechas vas a viajar, un pase es una excelente opción.
– Te permite ahorrar en distancias largas: si los trayectos que pensás hacer son en larga distancia o entre países y no sabés en qué días los va a hacer, un pase de tren probablemente te termine saliendo más barato que comprar las tarifas flexibles.
– Te evita tener que planificar tu viaje: dado que con el pase simplemente podés ir a la estación y subir a cualquier tren que esté incluido en tu plan (con la excepción de los que necesitan reserva), te estás ahorrando también el tiempo extra que lleva planificar y comprar cada trayecto por separado.
Entonces, es seguro decir que un pase de tren no es para todo el mundo. Nuestra regla general para saber si te conviene o no un pase Eurail es hacerte las siguientes preguntas:
1. ¿Vas a viajar solo en trenes suburbanos o regionales?
Entonces lo más probable es que no te convenga comprar un pase de tren.
Como ya dijimos, estos trenes tienen precios fijos y bajos con disponibilidad ilimitada, por lo que es muy raro que llegues a amortizar tu pase con solo unos trayectos cortos.
2. ¿Vas a hacer varios viajes de larga distancia o en trenes internacionales de alta velocidad pero ya tenés establecidas las fechas?
Si ya sabés todos los días en que vas a viajar, entonces un pase probablemente tampoco sea tu mejor alternativa.
Recordá que sabiendo tus fechas es muy fácil encontrar pasajes a muy buen precio comprando las tarifas reducidas por internet unas 5 o 6 semanas antes.
Eso sí: recordá que sí o sí vas a tener que tomar esos trenes, ya que no admiten cambios ni cancelaciones.
3. ¿Vas a hacer varios viajes de larga distancia o en trenes internacionales de alta velocidad pero no sabés en qué fechas?
En este caso, un pase sí puede ser una buena opción.
Como ya vimos, comprar tarifas flexibles si no conocés tus fechas de viaje suele ser muy costoso, por lo que para poder tomarte tu tren en el momento que quieras, un pase te va a resultar mucho más barato.
4. ¿Tenés menos de 28 años o más de 60?
Para los que sean menores de 28 años o mayor de 60 un pase de Eurail puede ser una buena opción para viajar: en ambos casos se aplican descuentos que hacen que el precio sea muy competitivo en comparación a comprar los boletos individualmente.
5. ¿Viajás con niños?
Si viajás con niños, solo tenés que comprar pases para los adultos, ¡ya que los menores de 12 años tienen pases gratis!
Si querés saber en más detalle si te conviene un pase de tren, lo mejor es sacar la cuenta.
Primero, calculá tus días de viaje y transporte: ¿Cuántos días de viaje pensás tener durante tu estadía (esto es, días donde vas a usar trenes)? ¿Cuántos días vas a estar en total en Europa? ¿Vas a ir a varios países o solo a uno?
Hay 2 tipos de pase Eurail: el Pase Global (sirve para 31 países de Europa) y el Pase One Country (sirve solo para 1 país que elijas).
Cada pase se ofrece con diferentes modalidades de tiempo: flexi (X cantidad días de viaje en X días de estadía) o continuo (X días continuos de viaje).
Pensando en qué destinos vas a visitar y durante cuántos días ya podés ver qué pase tendrías que usar. Eurail tiene una herramienta planificadora muy útil que te permite hacer esto fácilmente. Hacé clic acá para usarla.
Una vez que sepas qué pase deberías comprar, sumá las tarifas de reserva. Como regla general, los trenes de Francia, Italia, Suecia, España y Portugal requieren una reserva de asiento extra que se paga aparte del pase, y suele rondar los €10 por trayecto.
Hacé la suma de lo que te gastarías en total entre el pase y las reservas.
Ahora, buscá ahora todos los trenes de cada trayecto que quieras hacer por separado usando GoEuro. Recordá: si tenés fechas planeadas, buscá la tarifa reducida. Si no, buscá la tarifa flexible. Sumá todo para ver cuánto te da.
Al final, compará las dos cifras: ¿te conviene o no comprar un pase?
Podés ver más información de los diferentes tipos de pase Eurail haciendo clic acá.
Pases por país
Otra opción para viajar barato por Europa en tren es comprar un pase acotado a ciertos países (por ejemplo, solo Italia, Bélgica o Alemania) o regiones.
Estos generalmente se ofrecen dentro de los sitios web de las empresas de trenes de cada país, y te permiten ahorrar en pasajes si tenés planeado hacer varios viajes por ahí.
Hemos usado estos pases en algunos países como Bélgica, donde compramos un pase de 10 pasajes a €70, lo que significa que cada viaje nos costaba solo €7 (a comparación de los €14 que suele salir un trayecto de Bruselas a Brujas, por ejemplo).
Suele haber descuentos por viajes en grupo o con niños, por lo que si vas a viajar mucho por algún país en particular siempre vale la pena chequear la web de cada país (que te dejamos en el punto 1 de «Cómo planear tu viaje») para ver qué hay.
Cómo viajar en tren por Europa: en la estación
Bien, ya tenés tus pasajes o tu pase, y es hora de tomarte el tren: ¿y ahora?
Conocemos a mucha gente (e incluso nos pasó a nosotros al recién llegar) que al no estar acostumbrada en su país a tomarse trenes se pone ansiosa de pensar lo complicado que va a ser hacerlo en Europa con la cantidad de opciones que hay.
Empecemos entonces por tranquilizarte: las estaciones de tren en Europa son, por lo general, lugares sencillos de transitar, con información clara y mucha gente dispuesta a ayudarte.
Es cierto que puede parecer algo confuso al principio con tanta información, pero te prometemos que con los días vas a ir acostumbrándote y saber qué buscar, ¡para convertirte en un experto en trenes por Europa al final del viaje!
¡La clave está en prestar atención a unos pocos detalles para asegurarte de no tener problemas!
Cómo encontrar la estación de tren
Primer paso para tomarte el tren correcto: ¡estar en la estación correcta!
Muchas ciudades de Europa tienen al menos 2 estaciones, mientras que las ciudades grandes tienen muchas más. Por ejemplo, París tiene 7 estaciones de tren y Londres, ¡14! (no te asustes que probablemente tengas que usar 1 o 2 como mucho).
Entonces: ¿Cómo sé de qué estación salgo? Fácil: mirá en tu boleto. Ahí, donde está tu punto de salida, vas a encontrar detallado el nombre de la estación de la cual salís.
Cómo moverse por la estación de tren
OK, ahora que ya sabés de dónde salís la pregunta es: ¿a qué hora tengo que estar en la estación?
Esta, como ya dijimos, es otra de las grandes ventajas del tren: dado que no hay chequeos de seguridad en la mayoría de los casos, con llegar unos 20 minutos antes ya es más que suficiente.
Si no conocés la estación o es alguna que sea grande (como Termini en Roma, Gare du Nord en París o Atocha en Madrid, por ejemplo) también podés ir con más tiempo para quedarte tranquilo.
Una vez en la estación seguramente vas a encontrar baños (aunque tené en cuenta que a veces tenés que pagar para usarlos) y, dependiendo del tamaño, alguna cafetería o lugar donde comprar algo para comer.
En las estaciones más grandes vas a tener muchas opciones para comer, así como negocios y lounges (accesibles si tenés boletos de 1ra clase).
Además, la mayoría de las estaciones grandes de Europa tienen lockers donde, por unos pocos euros, podés dejar tu equipaje para salir a recorrer la ciudad si tenés una escala de algunas horas, por ejemplo.
Tené en cuenta que las estaciones principales de Europa son lugares ajetrados y con mucha gente, por lo que son el lugar ideal para sacar provecho de los turistas confundidos.
Es por eso que es importante prestar siempre atención, no alejar la vista de tu equipaje y tener cuidado al confiar en extraños para comprar los boletos en las máquinas expendedoras.
Si necesitás ayuda, siempre es mejor buscar a algún empleado de la estación (es fácil reconocerlos por el uniforme) o acercarse al punto de información (son escritorios con la letra «i» arriba) a hacer tu consulta.
Cómo saber qué tren tomar
Una vez que llegues a la estación, vas a tener que encontrar tu tren. Esto puede parecer algo complicado al principio, especialmente si ves toda la información que trae tu pasaje.
Por ejemplo, mirá este pasaje de un tren que tomamos desde Bonn hasta Ámsterdam:
En este caso, el viaje incluye 4 tramos: Bonn-Düsseldorf; Düsseldorf-Venlo; Venlo-Utrecth; Utrecht-Ámsterdam.
En la primera columna podés ver el nombre de la estación de partida y llegada de cada tramo. En la segunda columna, la fecha del viaje. En la tercera, el horario de salida y el de llegada. En la cuarta, las plataformas de salida y llegada. Y, por último, en la quinta, está el número de tren.
Bueno, al ver esto probablemente parezca mucha información, pero lo más importante acá es el número de tren.
Dado que el mismo trayecto probablemente se haga varias veces durante el día y en diferentes tipos de tren, con mirar el número ya vas a saber cuál es el tuyo.
Otro dato útil para mirar es el horario. Si mirás los horarios de arriba vas a ver que tienen horas que parecen algo arbitrarias, como «12.38» en lugar de «12.40», por ejemplo. Esto es principalmente para distinguir los trenes entre sí: de esta forma, podés identificar fácilmente que tu tren es el que sale para Amsterdam a las «12.38».
En el caso de este pasaje, ya tenemos incluidas las plataformas, por lo que simplemente tenemos que llegar a la estación y buscarla. Sin embargo, si no sabés cuál es tu plataforma, simplemente buscá el número de tren en los carteles de la estación y vas a encontrar de dónde sale.
En los carteles también vas a poder ver si tu tren viene retrasado (más adelante vamos a hablar de qué hacer en este caso).
Cómo subir al tren
En la mayoría de los casos no hay barreras entre la estación y la plataforma: simplemente tenés que subir a tu tren y listo.
Si tenés un e-ticket con código escaneable no es necesario validar tu boleto: simplemente tenelo en tu smartphone o impreso en papel y mostralo al controlador cuando pase por tu asiento (acordate que necesitás acompañarlo un documento o pasaporte que demuestre tu identidad).
Si tuviste que imprimir el billete en la estación (ya sea porque te llegó la instrucción al comprarlo o porque lo compraste en las máquinas expendedoras de la estación) es probable que debas validarlo antes de subir.
Para esto, vas a tener una máquina antes de subir al tren donde ingresás el billete y se le imprime una fecha de confirmación.
Por ejemplo, esto es obligatorio para los trenes regionales, ya que al ser válidos para cualquier momento, se deben validad para evitar que la gente los use más de una vez.
Por otro lado, los trenes de larga distancia con reserva de fecha, horario y asiento no necesitan validación.
Tené en cuenta que si subís al tren sin validar tu boleto es probable que te quieran cobrar una multa. Por eso, si no estás seguro siempre es útil preguntar antes de subir.
Tema vagones: si tenés un asiento asignado en un vagón específico en un tren de larga distancia es importante (y obligatorio) que te sientes ahí: para saber cuál es tu vagón mirá tu boleto y lo vas a encontrar.
Ojo que los trenes de larga distancia suelen ser largos y puede que tu vagón quede en la otra punta de la plataforma.
Para saber dónde va a parar tu vagón en la plataforma, buscá los carteles (a veces de papel, a veces digitales) que están en la plataforma con el diseño del tren: ahí te va a especificar en qué sección va a estacionar.
Es cierto que no tenés que sí o sí subir a tu vagón de entrada (podés trasladarte de vagón en vagón ya estando arriba) pero siempre es más práctico subir directo desde la plataforma (cargar con equipaje por un pasillo de asientos en un tren en movimiento no es de lo más cómodo).
Ojo con quedarte sentado en el vagón incorrecto: no solo podés estar ocupando un asiento reservado para alguien más, sino que a veces los trenes se «desprenden» durante el viaje y ciertos vagones siguen para un destino y el resto, ¡hacia otro!
¡Prestá entonces atención al vagón donde tenés que ir sentado para no terminar en el destino incorrecto!
Por último, no viene mal aclarar que los trenes europeos son muy puntuales y muchas veces no están demasiado en la plataforma antes de salir, ¡por lo que no te cuelgues y subite ni bien puedas!
Cómo hacer una conexión de trenes
Hacer una conexión de trenes es una tarea que puede parecer aterradora, pero es en realidad algo muy sencillo.
Simplemente, seguí los mismos pasos que para tomar cualquier tren: bajá del que venís, buscá el número de tu próximo tren en los carteles y dirigite a la plataforma correspondiente.
Ahora: ¿cuánto tiempo necesito para hacer una conexión?
Por lo general, la mayoría de las conexiones no te van a llevar más de 10 minutos (e incluso mucho menos si la estación es pequeña).
Sin embargo, es importante considerar algo de tiempo extra dependiendo del tren en el que vengas (si tiene chances de retrasarse) o el que vayas a tomar (si es un tren de larga distancia que puede ser muy caro en caso de que lo pierdas).
Básicamente las reglas son para hacer una conexión de tren es:
1. Si tu siguiente tren es un tren regional: no te preocupes, ya que si lo perdés, podés tomar el siguiente que vaya en esa dirección (tu boleto es válido durante todo ese día y no tiene reserva).
2. Si tu siguiente tren es un tren de larga distancia, alta velocidad o nocturno y ya tenés asiento reservado, lo mejor es permitir más tiempo para hacer la conexión (al menos media hora o 1 hora).
3. Si el tren en el que venís es un tren nocturno o un tren por Europa del Este (por los Balcanes, por ejemplo), lo mejor es también calcular algo más de tiempo, ya que estos son trenes que suelen retrasarse.
4. Si compraste tu viaje de varios trayectos en un solo pasaje (como en el ejemplo de Bonn a Ámsterdam de arriba), no te preocupes. Si el primer tren se retrasa, de acuerdo a la normativa CIV (que regula los viajes en tren por Europa) tenés permitido subir a cualquier otro tren posterior sin cargo alguno (que cubra el mismo trayecto que el que perdiste, claro).
¿Querés más información para organizar tu viaje a Europa? Visitá acá nuestro artículo sobre cuál es la mejor época para viajar a Europa.
Cómo viajar en tren por Europa: en el tren
Lograste subir a tu tren: ¡ahora a buscar tu asiento y disfrutar del viaje!
Cómo encontrar tu asiento en el tren
Una vez que subas al tren, buscá tu asiento. Si tenés reserva, el número de asiento va a estar en tu boleto.
Si viajás sin reserva de asiento hay dos alternativas: si estás en un tren regional o suburbano podés sentarte en cualquier lado (recordá que en estos viajes por lo general no es posible reservar asiento).
Si viajás en un tren de larga distancia, podés sentarte en cualquier asiento que esté libre y no reservado.
¿Cómo saber cuál asiento no está reservado? Es muy fácil: los asientos reservados tienen un cartel luminoso prendido arriba o un pequeño pedazo de papel que avisa que no están disponibles.
Donde guardar el equipaje en el tren
Si llevás equipaje, por lo general vas a tener pequeños compartimentos encima del asiento para guardar mochilas o valijas pequeñas.
Algunos trenes tienen además espacios debajo del asiento donde podés también meter alguna mochila o valija mediana.
Si tenés equipaje más grande, suele haber espacios asignados más grandes al final de cada vagón donde podés ponerlas.
Chequeos arriba del tren
Una vez que te sientes, solamente tenés que esperar a que pase el controlador a chequear tu pasaje, por lo que recordá tenerlo a mano junto con tu pasaporte o documento.
Si te vas a mover dentro de la zona Schengen, es muy raro que te chequeen el pasaporte abordo del tren (aunque puede pasar), aunque sí vas a tener que pasar controles fronterizos si salís de este espacio (todos son arriba del tren, donde deberás presentar tu pasaporte y quizás responder algunas preguntas).
Acordate que si tenés un boleto en papel para un tren regional necesitás validarlo antes de subir y de que pase el controlador.
De la misma forma, si tenés un pase que debas completar, tenés que hacerlo antes de abordar (nos pasó una vez de comernos un reto de un controlador por estar llenando el pase arriba del tren).
Comida en el tren
Una de las mejores cosas para hacer en un viaje largo de tren es llevarte un picnic, ¡o una comida entera!
No hay restricciones en cuanto a esto, e incluso podés llevar alcohol en tu viaje (solo hay un par de restricciones en Inglaterra en fechas de partidos de fútbol). Lo mejor es ir a un súper, cafetería o local de comida antes de subir para comprar suministros.
Si no llegaste a comprar nada, en varios trenes (sobre todo de larga distancia) suele haber vagones con cafetería, donde podés comprar algo (aunque tené en cuenta que son comidas rápidas y sencillas y a un precio relativamente alto).
El viaje
Durante el viaje, tenés la libertad de caminar, dormir, comer, ir al baño… Algunos asientos tienen mesa y podés incluso enchufar tu computadora o teléfono.
Hay incluso trenes con Wi-fi, aunque por lo general no es muy confiable ni de mucha velocidad.
Sin embargo, ¡nuestra actividad favorita es simplemente ir leyendo y mirando el paisaje por la ventana!
Cuándo bajarte del tren
Parece una pavada, ¡pero saber cuándo bajarte del tren es lo más importante del viaje!
Acá hay varias cosas a las que tenés que prestar atención:
1. Primero, el horario de llegada si aparece en tu boleto. Si el tren viene a tiempo es casi asegurado que vas a llegar exactamente a la hora anunciada.
2. Si el horario no aparece en tu boleto, prestá atención a los anuncios. A veces son por altoparlantes y, la mayoría de las veces, en carteles luminosos que están al final de cada vagón.
3. Si llegás a una ciudad grande, tené en cuenta que el tren probablemente pare en varias estaciones. Prestá atención al anuncio de la estación a la que querés llegar para no bajarte antes.
Cómo viajar en tren por Europa: preguntas frecuentes
Estas son algunas de las preguntas más frecuentes con respecto a viajar en tren por Europa. ¿Tenés más dudas? ¡Hacelas en los comentarios!
1. ¿No es más conveniente viajar en bus o en aviones low-cost que en tren?
Esta es probablemente la primera duda que surge al momento de planear un viaje en tren por Europa.
¿No son caros los trenes? Bueno, en comparación al autobús, casi siempre, sí. Pero aunque es cierto que viajar en autobús es generalmente más barato, también significa viajes mucho más largos y menos cómodos.
Decimos «casi siempre» porque también es verdad que con los trenes se pueden conseguir tarifas muy baratas que pueden ser más baratas que el bus.
Por otro lado, los precios de las aerolíneas low-cost pueden sonar muy tentadoras al principio: ¿€10 por un trayecto? Probablemente nada supere un precio así.
Sin embargo, es siempre importante recordar que con los vuelos low-cost siempre hay tarifas ocultas, principalmente:
– Cargos extra: acordate que con las low-cost la cantidad de equipaje que podés llevar es muy limitada, y vas a tener que pagar por separado cada valija.
– Traslados al aeropuerto: a diferencia de las estaciones de tren, los aeropuertos con aerolíneas low-cost suelen estar muy alejadas del centro (generalmente, más lejos incluso que los aeropuertos principales) y llegar puede no ser barato, por lo que es importante que calcules eso también dentro de tu tarifa.
Por último, recordá que con los vuelos tenés que estar varias horas antes en el aeropuerto (además de los traslados desde y hacia el aeropuerto) lo que también implica gastar más tiempo en total.
Es por esto que antes de pensar si viajar en bus o avión es más conveniente que viajar en tren, poné en la balanza qué tipo de viaje querés hacer:
– Si tenés un presupuesto bajo y viajás sin apuro, es probable que prefieras el autobús.
– Si tenés un presupuesto medio, poco equipaje y necesitás conectar distancias muy largas en poco tiempo, considerá las low-cost.
– Si tenés un presupuesto medio, un poco más de equipaje y querés hacer conexiones de distancia media, te recomendamos el tren.
Si querés comparar cuál te conviene más para un trayecto en particular, usá la página de Omio para compararlas.
2. ¿Qué ruta me conviene seguir para viajar en tren por Europa?
Esta es probablemente la decisión más personal de todas, y una en la que es difícil ponerse de acuerdo.
Nos preguntan mucho acerca de cuántos días ir a cada lugar y cuáles vale la pena ver y cuáles no.
En nuestra experiencia, todos los lugares de Europa tienen algo especial y seguramente te gusten de alguna manera (o sino, te dejarán alguna experiencia).
Es por eso que es tan difícil hacer estas recomendaciones: lo que a alguien no le gustó, a nosotros puede habernos encantado (¡incluso entre nosotros dos no siempre estamos de acuerdo en cuanto a ciertos destinos que hemos visitado!).
Sin embargo, y con la intención de ayudarte a decidir a los que estén totalmente desorientados, hemos escrito 3 guías prácticas con itinerarios que podés hacer, y la mejor forma de hacerlos, además de recomendaciones de actividades, atracciones y hospedaje:
Itinerarios para viajar por Europa en 20 días
Itinerarios para viajar por Europa en 30 días
Qué visitar en Europa: las mejores ciudades para agregar a tu itinerario
3. ¿Qué pasa si mi tren está retrasado y pierdo la conexión con el siguiente tren?
Si bien los trenes en Europa funcionan correctamente la mayoría de las veces, siempre puede haber retrasos por huelgas, mal clima o problemas técnicos.
En este caso, es importante mantener la calma y no preocuparse: puede que llegues más tarde a tu destino, ¡pero te aseguramos que lo vas a lograr en algún momento!
Si tenés otras conexiones de tren reservadas después del que está retrasado, puede que te preocupes: ¿puedo tomar cualquier tren después?
Esto depende básicamente si compraste tus pasajes todos por separado o todos juntos (como en el ejemplo de Bonn a Amsterdam que ya mostramos).
La ventaja de comprar todos los pasajes juntos es que la reglamentación de la CIV te protege en este caso y permite que tomes otro tren que haga el mismo trayecto más tarde.
Para esto, lo mejor es que te acerques a algún controlador del tren en el que venís (y que está atrasado) y le pidas que te valide el boleto para poder probar luego que tu tren estaba retrasado.
Si no encontrás a nadie arriba del tren, acercate a alguien en la estación de conexión o buscá la oficina de información y explicá tu situación para que estampen tu pasaje como prueba de que hubo un retraso.
En el siguiente tren, explica la situación al controlador y mostrale tu boleto: seguramente no tengas problema alguno.
Nos ha pasado varias veces de perder conexiones de tren y con simplemente explicar la situación y mostrar nuestros boletos ha sido suficiente.
Nunca compres otros boletos de repuesto por las dudas: siempre consultá a alguien y seguramente te puedan ayudar.
Un plan B que te recomendamos siempre el de comprar un seguro de viajes que te proteja en caso de conexiones perdidas o viajes cancelados.
De esta forma, si tenés viajes reservados que son muy costosos y los perdés o tenés que cancelarlos por causas de fuerza mayor, podés hacer tu reclamo y recuperar el dinero.
Nosotros usamos World Nomads hace años y lo recomendamos 100%.
Por último, la mejor manera de prevenir esto (aparte del seguro médico) es realizar tus reservas con conexiones cómodas y con tiempo suficiente en caso de que el primer tren se retrase.
Bien, ahí está nuestra guía completa para viajar en tren por Europa. ¡Esperamos que te sirva para planear tu aventura por las vías del viejo continente!
Y si tenés alguna pregunta o consejo en base a tu experiencia, ¡no dudes en escribirla en los comentarios!
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Hola chicos, qué bonito blog 😍 me vine desde Pinterest porque me llamó mucho la atención el post, yo viajé por Europa varios meses y nunca lo hice en tren, solo por Flixbus y aerolíneas low cost y no es igual la experiencia, siento que en tren como bien dicen hay más libertad, se descansa mejor pero sobre todo los paisajes tan hermosos que se aprecian en la vía. Cuando vuelva probaré el tren. Les mando un saludo, gracias por la guía 😊